En España hay multitud de pueblos y ciudades con un encanto especial, que provocan una sonrisa espontánea una vez se callejea por ellos. Y uno de esos lugares es la ciudad de Salamanca.
La ciudad posee el centro universitario más antiguo de España, fundado en el año 1218 por el Rey Alfonso IX y uno de más importantes de Europa ya en tiempos de Alfonso X el Sabio. Actualmente, el complejo universitario, de obligada visita, se divide entre la Universidad Pública de Salamanca y la Pontificia. Entre ambos centros universitarios se congregan 32.000 alumnos con uno de los mayores niveles de alumnos extranjeros matriculados en cualquier universidad española.
Este aluvión de estudiantes ha provocado que la “ciudad vieja”, donde está ubicada la universidad, se haya convertido en uno de cascos viejos más interesantes de España para recorrer y visitar. Nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988, alberga de hecho otros de los lugares que no hay que perderse como la Catedral Vieja y la Catedral Nueva.
La Catedral Vieja
En cuanto a la Catedral Vieja, ésta es considerada una joya del románico ya que empezó a ser construida en el siglo XI. Más adelante se añadieron unas bóvedas góticas pero, en su conjunto, sigue guardando el estilo más característico de la Plena Edad Media.
La Catedral Nueva
En cuanto a la Catedral Nueva, no muy lejos de la anterior y también en la Ciudad Vieja, se comenzó a construir en el año 1513 bajo el reinado de los Reyes Católicos y en estilo tardogótico. No fue terminada hasta el año 1733, ya bajo reinado de los Borbones.
La Plaza Mayor
Un poco más al norte, en el corazón de Salamanca, se encuentra la que es la plaza cerrada más grande de España: la Plaza Mayor, el centro neurálgico de la ciudad y donde se celebran todo tipo de conciertos y eventos festivos como la Nochevieja; nada que envidiar a la celebración de la puerta del Sol.
El Puente Romano
Un último lugar de interés es el Puente Romano de la ciudad que salva el río Tormes hasta abandonar la ciudad por aquel lado. De los 26 arcos originales aún quedan 15 y el puente sigue formando parte de la Vía de la Plata, ruta romana que unía Mérida y Astorga y que hoy en día se ha convertido en una de las rutas del Camino de Santiago.
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